Citrullus lanatus L.
Marca: NK
Empaquetado:1,0 g
Disponibilidad:En stock
2.35€
Ex impuestos: 1.90€
Sandía "Ultra-temprana".
Madura bien en las condiciones frescas del verano estonio.
Una variedad de maduración temprana: desde la germinación hasta la fructificación, el tiempo promedio es de unos 80 días. Las plantas son compactas, con un desarrollo limitado de brotes laterales. Los frutos son redondos, de color verde oscuro, con un peso de 4 a 6 kg. La pulpa es de color rojo brillante, tierna, granulada y muy dulce.



La sandía es una planta herbácea anual de la familia de las Cucurbitáceas. Su sistema radicular comienza a desarrollarse antes de que los cotiledones emerjan del suelo y alcanza su tamaño máximo al florecer. Posee una raíz pivotante que penetra en el suelo hasta una profundidad de 1 m y es muy ramificada. De esta raíz principal se ramifican 15, o incluso más, raíces laterales, que a su vez se ramifican en raicillas más finas. De este modo, se desarrolla un potente sistema radicular en la capa de suelo cultivable, a una profundidad de 15-30 cm, que cubre hasta 7-10 m³ de suelo.
Una característica única del sistema radicular de la sandía es su potente fuerza de succión, capaz de extraer humedad del suelo con un 6 % de humedad e incluso de la arena seca del desierto de Karakum. La fuerza de succión de las plántulas de sandía alcanza 1 MPa (10 atmósferas). Esto explica su resistencia a la sequía y su capacidad para prosperar en suelos pobres y arenosos.
Las vides de sandía son rastreras y largas, alcanzando los cinco metros o más en algunos años. Son muy ramificadas, formando brotes laterales secundarios que, a su vez, se ramifican aún más. Las vides, especialmente los brotes jóvenes, están cubiertas de pelos largos y lanudos que protegen a la planta del sobrecalentamiento.
La masa vegetativa se desarrolla inicialmente muy lentamente, mientras que el sistema radicular crece rápidamente. Entre veinte y treinta días después de la emergencia, si el clima es favorable, las plantas crecen rápidamente, forman brotes y florecen. Durante este período, el crecimiento de todos los brotes de una sola planta puede alcanzar hasta dos metros por día.
La sandía es una planta monoica con flores dioicas. Según la variedad, las semillas de sandía presentan diversas formas, tamaños y colores.
Preparando el suelo.
Un suelo arenoso, rico en humus o arenoso es muy adecuado para el cultivo de sandías. Las sandías cultivadas en suelos pesados tienden a deformarse y a tener niveles más bajos de azúcar. No se deben cultivar sandías en el mismo lugar año tras año para evitar enfermedades. Los bancales deben estar preparados para proporcionar un soporte estable a la fruta.
Fertilizante.
La aplicación de fertilizantes debe basarse en análisis de suelo; las sandías toleran un amplio rango de pH, de 5.0 a 8.0. Las investigaciones demuestran que las sandías utilizan una gran cantidad de nitrógeno, potasio, calcio y fósforo. La dosis básica de fertilizante es de 330 kg de fertilizante 10-10-20 por hectárea, la más adecuada para la mayoría de los suelos. Se recomienda aplicar de 35 a 45 kg de nitrógeno por hectárea, a 30 cm de cada lado de la planta, para evitar el crecimiento de brotes laterales.
Siembra y trasplante.
El método sin semillas es una forma conocida de cultivar sandías. Coloque de 3 a 4 semillas en un montículo de 3 a 4 cm de profundidad. Siembre las semillas cuando haya pasado el peligro de heladas. Los montículos deben tener 1,5 m de altura, con 3 m de separación entre hileras.
El trasplante de plántulas es otro método conocido para cultivar sandías. Las semillas se colocan en turba u otras macetas en un invernadero (o camas cálidas) para su germinación. El trasplante se realiza cuando ya no hay peligro de heladas. El trasplante se realiza antes de que aparezca la primera hoja verdadera, entre 10 y 14 días después de la siembra.
Acolchado.
Cubrir la tierra con mantillo plástico la calienta más rápido. La tierra cálida es más favorable para las sandías. Si usa mantillo plástico, prepare bancales de alta calidad: coloque plástico sobre los bancales y cubra los bordes con tierra. Todos los lados deben estar cubiertos para evitar que el viento rasgue o deshilache el plástico. Perfore agujeros en el plástico para sembrar y plantar. Es preferible el plástico negro porque evita que crezcan malas hierbas debajo. La tierra retiene la humedad y los nutrientes, evitando la lixiviación.
Quitando trenzas.
No es necesario cosechar sandías. Siempre que haya suficiente humedad y una buena polinización, las sandías prosperan.
Polinización.
Las flores masculinas y femeninas se encuentran separadas en la misma planta. Las abejas y otros insectos polinizan las flores, asegurando el buen desarrollo del fruto. Las abejas silvestres contribuyen a este proceso. Sin embargo, en los campos comerciales, se recomienda colocar colmenas cerca. En condiciones normales, una colmena poliniza una hectárea de sandías.
Riego.
El riego debe mantenerse durante el inicio de la temporada de crecimiento para asegurar plantas sanas y una floración abundante. Una vez que la fruta haya alcanzado el tamaño deseado, se debe reducir o evitar el riego durante la temporada de maduración. El contenido de azúcar suele ser mayor y el sabor más intenso si no se riega demasiado durante la maduración. Las sandías tienen un sistema radicular profundo.
Control de plagas.
Los escarabajos rayados y moteados del pepino y los pulgones del melón son las plagas más peligrosas de las sandías. Se recomienda seguir las instrucciones de plantación y trasplante, y usar insecticidas para controlarlos.
Lucha contra las enfermedades.
La antracnosis, el mildiu velloso y la fusariosis son enfermedades que afectan a las sandías. La antracnosis y el mildiu velloso se controlan con fungicidas en aerosol. La fusariosis no se puede controlar con fungicidas químicos, por lo que es importante seleccionar variedades resistentes.
Control de malezas.
El control de malezas es esencial para producir sandías de alta calidad. El contenido de azúcar se puede reducir significativamente si las malezas sombrean y compiten con las sandías. La película de plástico negro ayuda a controlar las malezas en las primeras etapas del crecimiento. Si no se dispone de película, se deben usar herbicidas.
Limpieza.
El recolector debe conocer las variedades y ser capaz de determinar el grado de madurez. Los zarcillos secos y los tallos que unen la fruta a la planta no indican madurez. El mejor indicador para la cosecha es la coloración uniforme de la sandía, incluso en la zona de contacto con el suelo. Las sandías deben ser brillantes. No las deje al sol ni donde puedan quemarse. Las sandías deben recolectarse a mano con mucho cuidado, ya que pueden dañarse. Al cargarlas, evite apilarlas demasiado, ya que esto aplastará las inferiores.

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